CDMX.— Desde la Cuna de la Primavera Árabe en 2011, cuando miles de ciudadanos derrocaron al dictador Zine el Abidine Ben Ali, Túnez se ha convertido en la única democracia del mundo árabe.
Sin embargo, el domingo, tras una jornada de protestas, el presidente de Túnez, Kais Said, anunció la destitución del primer ministro, Hichem Mechichi, así como la suspensión durante 30 días de la actividad del Parlamento y la concentración de prácticamente todos los poderes del Estado en su persona.
Mientras la mayoría de la población celebraba el anuncio, la oposición, incluido el partido islamista Ennahda, denunciaba un “golpe de Estado”. Said ha invocado el artículo 80 de la Constitución, que autoriza al presidente a adoptar “medidas excepcionales” en caso de “peligro inminente para las instituciones del país”.
La revolución de los Jazmines en 2011 dio paso a una transición democrática, ya que muchos ciudadanos no habían accedido a condiciones de vida dignas. Pero… persisten los abusos de poder, el desempleo, el hambre y las desigualdades económicas y regionales, mientras que la pandemia de Covid-19 solo llego a hacerlas más evidentes ya que Túnez es el país de África con más muertos por Covid-19: 18 mil 804, en una población de 11,6 millones de habitantes.
Por el momento se siguen registrando manifestaciones violentas en las calles del país. Mientras que la cadena de televisión Al Jazeera denunció el lunes que la policía del país había irrumpido en sus locales sin autorización judicial y expulsado a sus periodistas.
El presidente de Túnez 🇹🇳
Kais Saied, destituye al primer ministro, Hichem Mechichi, y asume el control del Gobierno pic.twitter.com/2bOd4oKxXQ— Paola Rojas (@PaolaRojas) July 26, 2021
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EDT/kgr