Cada 28 de septiembre como el Día Mundial Contra la Rabia, una fecha para insistir en la importancia de reconocer esta enfermedad mortal e informar sobre sus efectos, forma de transmisión y prevención.
Esta fecha fue escogida en homenaje a Louis Pasteur, quien produjo la primera vacuna contra la rabia. En esta conmemoración participan distintos países a través de la organización de acciones de prevención y control de la rabia, en coordinación y con el apoyo de la OPS/OMS.
Así desde 1983, el Programa de Eliminación de la Rabia Humana coordinado por la OPS/OMS ha sido aplicada en países de América, logrando una reducción de más del 95% de los casos, tanto de rabia humana como de rabia canina.
¿Qué es y cómo se transmite?
Cabe mencionar que la rabia es una enfermedad zoonótica, es decir que se transmite de animales hacia los humanos y viceversa, afectando el sistema nervioso. Por lo general, el virus de la rabia infecta a mamíferos como animales domésticos, de fauna silvestre y de granja, quienes después lo transmiten a los humanos por medio de la saliva.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, una persona puede infectarse a través de mordidas de un animal rabioso, o bien con que la saliva de este ejemplar entre en contacto con una herida, rasguño o quemadura.
Un cambio drástico en el comportamiento de un animal puede ser una señal de alerta. De este modo, un perro tranquilo puede tornarse agresivo y morder a quien se le acerque, o bien un animal de carácter bravo puede portarse manso.
Síntomas en los humanos
Por su parte Mayo Clinic indica que los primeros síntomas de la rabia pueden ser similares a los de la gripe y durar varios días. Posteriormente pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, vómitos, alucinaciones, salivación excesiva, hiperactividad, dificultad para tragar, hidrofobia, entre otras.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud señala que hay dos tipos de rabia: la furiosa y paralítica. La primera de ellas incluye hiperactividad, excitación, alucinaciones, aerofobia, hidrofobia y falta de coordinación, para terminar con un desenlace por paro cardiorrespiratorio.
Por otro lado, la rabia paralítica, tiene una evolución menos grave, pero más prolongada, en la cual los músculos se paralizan gradualmente, hasta entrar lentamente en coma y fallecer.
¿Cómo se cura?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, no existe una cura para la rabia una vez que aparecen los síntomas; sin embargo es prevenible. Ante esto, la mejor forma de prevenir la rabia es vacunándose contra esta enfermedad. Además de ello, es importante vacunar a nuestras mascotas, ya que pueden transmitir el virus a las personas.
En caso de ser mordido por un animal que se crea puede tener esta enfermedad, se debe lavar inmediatamente la herida con agua y jabón para reducir el riesgo de infección. Igualmente, hay que acudir directamente a un centro de salud para ser evaluado e informar a control animal.
¿Cómo prevenir?
Si bien esta enfermedad es una de las más peligrosas y se ha presentado en todos los continentes, hay diversas acciones para evitar que se propague y llegue a nosotros. Entre ellas destacan los programas de vacunación antirrábica, en particular en perros callejeros. De igual, te recomendar seguir los siguientes consejos proporcionados por Mayo Clinic:
- Mantén a tus mascotas dentro de casa para evitar que adquieran una infección
- No te acerques a animales salvajes
- Vacuna a tus mascotas con la frecuencia que indique tu veterinario
- Protege a las mascotas pequeñas de depredadores colocándolas dentro de jaulas, esto debido a que animales como cuyos, hámsters o conejos no pueden ser vacunados.
- Considera vacunarte contra la rabia, sobretodo si saldrás de viaje