Ciudad de México.- Este 11 de diciembre se cumplen 37 años de la inscripción del Centro Histórico de la Ciudad de México en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, un reconocimiento a su excepcional valor cultural y su importancia universal. Con el fin de garantizar su conservación y cumplimiento con los estándares internacionales, el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por la jefa de Gobierno Clara Brugada Molina, ha redoblado esfuerzos a través del Fideicomiso Centro Histórico. Este organismo trabaja con los Cinco C de la Convención del Patrimonio Mundial: credibilidad, conservación, creación de capacidades, comunicación y comunidades.
Desde su inscripción, el Centro Histórico ha sido reconocido por su valor universal excepcional, siendo considerado el más grande de América Latina y uno de los centros turísticos más importantes del mundo. Este reconocimiento conlleva una responsabilidad para los gobiernos locales, quienes deben asegurar su protección y conservación. En este sentido, el Fideicomiso Centro Histórico ha trabajado incansablemente en diversas actividades, como la rehabilitación de inmuebles y el rescate de fachadas, siempre con personal especializado para garantizar que las intervenciones se realicen con el debido respeto por el patrimonio.
El secretario de Gobierno destacó en su intervención que la credibilidad de la Ciudad de México en el ámbito internacional se ha visto reforzada gracias a la participación activa en eventos como la Tercera Asamblea General Ordinaria de la Asociación Nacional de Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial, realizada recientemente en Guanajuato, donde se destacó el Centro Histórico como un referente de los bienes culturales y naturales de valor excepcional.
El objetivo de los proyectos y programas impulsados por el Gobierno local no solo es asegurar la preservación física del patrimonio, sino también generar un impacto en la conciencia colectiva sobre su importancia. A través de programas de comunicación, como las campañas de sensibilización en espacios gratuitos del Metro y Metrobús, se busca involucrar a la ciudadanía en el cuidado del patrimonio y fomentar su participación activa.
Además, con el objetivo de fortalecer la creación de capacidades, el Fideicomiso ha trabajado en colaboración con instituciones públicas como la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia para desarrollar estrategias de conservación.
A través de iniciativas como la escuela de participación ciudadana, visitas guiadas a museos, y actividades en plazas públicas, se ha promovido la integración de las comunidades locales en el proceso de conservación. Especialmente, se ha trabajado con infancias vulnerables en talleres realizados en el Centro Cultural Casa Manzanares, permitiendo a los más jóvenes aprender sobre la riqueza cultural y el valor del Centro Histórico como patrimonio mundial.
La inscripción del Centro Histórico en la lista de la UNESCO no solo destaca su gran valor histórico sino que lo convierte en un bien cultural cuya importancia trasciende fronteras. A lo largo de los siglos, el centro de la Ciudad de México ha sido testigo de diversos momentos claves en la historia de la humanidad, desde su época precolombina hasta su transformación en una metrópoli moderna.
Según los criterios establecidos por la UNESCO, el Centro Histórico cumple con cuatro de los seis criterios de inscripción, lo que lo convierte en un testimonio excepcional de la historia humana. A través de la conservación y gestión adecuada, el Gobierno de la Ciudad de México busca garantizar que las generaciones futuras sigan disfrutando de este patrimonio cultural universal.
EDT.MX/CV