HONG KONG.— Esta semana fue removida la escultura “Pilar de la Vergüenza” de la Universidad de Hong Kong. La escultura recordaba los eventos de Tiananmen, hace 24 años, donde hubo una gran matanza de estudiantes. Esto ocurre en un momento de más represión en el país oriental. Ello no solo a su cruento pasado, sino también a los manifestantes que buscan la independencia de sus regiones: como Hong Kong o Taiwán.
La masacre de Tiananmen
El “Pilar de la Vergüenza” ha estado en la plaza principal de la Universidad por más de 20 años, desde 1997. Conmemora la masacre de Tiananmen, evento de hace 24 años en el que se estima murieron 10,000 personas. Entre los fallecidos se encontraban estudiantes que se manifestaban por la democracia en el país oriental.
El Pilar de la Vergüenza
La escultura cuenta con más de 50 rostros, cada uno con un gesto de angustia e ira. Los cuerpos se encuentran amontonados, uno sobre otro hasta formar una línea vertical de 8 metros. Con ello se conmemora la lucha y los muertos, pero también la esperanza de que estos hechos no se repitan.
La obra de arte de 8 metros de altura, ubicada dentro de la Universidad de Hong Kong, será removida. Esto por incurrir en una subversión al orden público. Ante esto, La Universidad de Hong Kong recomendó al artista retirarla. Si el mandato no se cumple, la escultura será puesta como abandonada, pudiendo ser desechada después de eso.
El tema legal
Esta semana se anunció su retiro tras la entrada en vigor de una ley de seguridad nacional. En la ley se estipula que cualquier muestra que pueda subvertir el orden público será reprimida por las autoridades. Ante esto, el artista mostró su preocupación, ya que este es el único monumento en todo China que conmemora los catastróficos eventos. Jens Galschiot argumentó que dejar la escultura influiría en la creación de un espacio de libertad de expresión y responsabilidad social. Ello acorde a los valores de cualquier Universidad.
Igualmente, el artista Jens Galschiot abogó por su derecho de mantener la escultura dentro de la Universidad, alegando que es una pieza muy frágil. Asimismo, los estudiantes han rendido tributo a la escultura y han manifestado su derecho a exponerla. Finalmente, el escultor amenazó a la Universidad con recibir una retribución monetaria en caso de su remoción del espacio público.
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ET/SSD