Quizá la poca familiaridad que tenemos con medio oriente nos hizo ignorar o pasar por alto el sismo que afecto la frontera entre Irán e Irak, el pasado 12 de noviembre; un suceso que con sus 7,3 de magnitud, devastó materialmente no solo a miles de familias, sino pueblos completos como fue el caso de Sarpol Zahab.
Esta localidad se ubica en la frontera con Irak, y ha sido la que más víctimas mortales ha acumulado con casi 500 personas muertas; sin embargo, no muy lejos de lo que ha ocurrido en nuestro país el pasado mes de septiembre, donde las muertes fueron el reflejo de las prácticas corruptas que invaden nuestro sistema, en Sarpol Zahab ha ocurrido algo muy parecido, pero que más vidas ha cobrado.
Tal como lo aseguró el presidente de aquella nación, Hasán Rohani, la facilidad con la que muchas viviendas públicas se vinieron abajo durante el terremoto es una muestra de las prácticas corruptas que sucedieron cuando se edificaron estas construcciones; al igual que en México, las autoridades prometen dar con los responsables derivados de exhaustivas investigaciones.
Más de la mitad de este pueblo está en ruinas y la mayoría de los vecinos duerme en la calle pese a temperaturas gélidas. Todos los espacios abiertos han acogido cientos de casas de campaña que se han convertido en la casa de miles de familias, aquellas que corrieron con la suerte de sobrevivir, pues tal como lo relató Shirin junto a su marido, su hija y su techo de tela, “si llega a durar más, no sobrevivimos”.
EDT.MX/kica