CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque este 14 de febrero el tema principal es el amor y la amistad, la realidad es que en algunas ocasiones lidiar con este sentimiento es complicado, sobre todo cuando las parejas transitan por diversos problemas que en ocasiones trascienden hasta llevarlas a una ruptura.
En este sentido, cuando una pareja decide separarse una de las principales cuestiones que deben decidir es lo que ocurrirá con las deudas que adquirieron durante el tiempo en que permanecieron juntos. ¿Quién está obligado a pagar la hipoteca? ¿Quién debe pagar la mensualidad del automóvil? ¿Todas las deudas deben repartirse de manera equitativa? Son cuestionamientos que llevan consigo una serie de decisiones de carácter económico y legal que vale la pena analizar.
“En general, la responsabilidad de cubrir con este tipo de compromisos va ligado al tipo de régimen que mantenía unida a la pareja. Para evitar contratiempos hay que revisar a detalle el tipo de adeudo y los acuerdos establecidos previamente entre las partes involucradas”, asegura Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva, startup de servicios de atención al cliente y cobranza.
En el país, se estima que por cada 100 matrimonios, un promedio de 33 parejas se separan, y de esta cifra una tercera parte se divorcia por mutuo acuerdo. La edad promedio de las mujeres al momento de la ruptura es de 40.5 años, en tanto que la de los hombres, es de 43 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De acuerdo con Coperva, las deudas de una pareja deben cubrirse tomando en consideración los siguientes puntos:
⦁ Compromisos adquiridos previo a la unión. Es importante precisar que las deudas contraídas antes de formalizar la unión no representan algún compromiso para la otra parte, por lo que deben cubrirse sólo por aquella persona que la adquirió.
⦁ Uniones por bienes mancomunados. En este caso, cuando las parejas deciden formalizar su unión y pertenecer a un régimen mancomunado las deudas son de ambos, pero los beneficios también lo son. “Por ejemplo, si se trata de un crédito hipotecario adquirido tras la unión, la responsabilidad de cubrirlo en tiempo y forma será de los dos, pero cuando terminen de pagar el inmueble éste será de ambos. Lo anterior no debe prestarse a malas interpretaciones, porque para que estas deudas sean de la pareja, las dos personas deben firmar el respectivo contrato”, asegura Ramírez.
En algunos casos, cuando las deudas deben cubrirse de manera equitativa, un juez puede decidir lo que es justo para cada una de las partes.
⦁ Uniones por bienes separados. En cuanto al tema de las deudas, en el régimen de separación de bienes, los compromisos adquiridos como tarjetas de crédito o préstamos serán sólo responsabilidad de quien los contrajo.
⦁ Renegociar las deudas. Tras la separación, en algunos casos, puede ser posible renegociar las deudas para transferir la responsabilidad a un solo individuo. Esto, sin embargo, puede depender de la capacidad crediticia y financiera de la persona que asumirá la deuda.
“Es importante precisar que la gestión de las deudas después de una ruptura de pareja puede variar según la jurisdicción, así como el tipo de compromisos y acuerdos establecidos entre las partes involucradas. Lo más importante es tener una buena gestión de las finanzas personales y comprender a profundidad los derechos y obligaciones que se adquieren en cada situación específica”, concluye el CEO de Coperva.
AM.MX/fm