CIUDAD DE MÉXICO, 14 de Agosto (EDT).— El pasado 24 de julio, Demi Lovato fue ingresada de urgencia al hospital Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles, por lo que hasta ese momento parecía ser una sobredosis de heroína. Sin embargo, medios estadounidenses señalan que la droga que llevó al colapso de la cantante fue una mezcla de oxicodona con fentanilo. Este último es un narcótico sintético opioide que llevó a la muerte a Prince en abril de 2016.
Según adelanta TMZ, Lovato había pasado ese día en una celebración de cumpleaños y en una fiesta posterior en West Hollywood. Después, mandó un mensaje de texto a su “vendedor de confianza”, quien le proporcionó la droga.
El traficante huyó de la casa de la artista cuando notó que ella estaba en su cama respirando con profundidad. De acuerdo con el portal, Demi Lovato habría estado en contacto con esta persona desde abril.
El fentanilo es un potentísimo fármaco 50 veces más fuerte que la heroína y casi 100 veces más poderoso que la morfina. En los años sesenta se comenzó a usar como un anestésico intravenoso. Trata, entre otras enfermedades, el dolor asociado al cáncer y es una de las drogas que más preocupa a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en sus siglas en inglés).
Su potencia y efectos inmediatos es lo que genera adicción. Por ello es que la heroína es más fácil de tratar en los servicios médicos de urgencia en caso de sobredosis, porque suministra una sensación más duradera, pero menos inmediata. Además, según el diario El País, el precio de ambas drogas es similar, unos 5 mil euros el kilo.
Tras permanecer casi dos semanas hospitalizada, la cantante y actriz ingresó a un centro de rehabilitación. La semana pasada, y por orden de los médicos que la atienden, Lovato viajó junto a su madre a Chicago para ver a un especialista en temas de adicciones.
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