Ciudad de México.- Stephen King, conocido como el “Rey del Terror”, ha construido un universo narrativo donde la infancia no representa un refugio de inocencia, sino un territorio marcado por pruebas dolorosas.
Para el autor, el tránsito hacia la adultez no se da de forma natural, sino a través de rupturas abruptas que arrebatan la ingenuidad de manera brutal. En sus relatos, los niños son protagonistas de historias donde se entrelazan la nostalgia y la crudeza, obligados a enfrentar la muerte, el trauma y la corrupción de un mundo adulto incapaz de protegerlos.
El cuerpo convertido en metáfora de un rito de paso
Un ejemplo emblemático de esta visión es El cuerpo, relato que inspiró la película Cuenta conmigo. El viaje de cuatro amigos en busca de un cadáver se convierte en mucho más que una aventura juvenil: es una metáfora literal de la pérdida de la infancia.
El hallazgo del cuerpo marca el fin de una etapa, recordando a los personajes que la inocencia no se diluye lentamente, sino que puede desaparecer en un instante. En esta historia, King plasma la crudeza del crecimiento y la imposibilidad de regresar al punto de partida después de confrontar la realidad.
El bullying como una de las formas más crueles del terror
Lejos de limitarse al horror sobrenatural, King señala con claridad que el verdadero miedo muchas veces proviene del comportamiento humano. El bullying es un elemento recurrente en su obra, mostrado como una forma de terror psicológico capaz de dejar heridas más profundas que cualquier monstruo.
En Carrie, lo aterrador no son los poderes telequinéticos de la protagonista, sino el acoso constante de sus compañeros y la represión ejercida por su madre fanática. La violencia y el rechazo se convierten en el combustible de una venganza devastadora.
De manera similar, en It, personajes como Henry Bowers reflejan cómo la crueldad humana puede amplificarse cuando el mal sobrenatural encuentra un vehículo para manifestarse.
La amistad mostrada como refugio frente al miedo y la soledad
En este panorama sombrío, King ofrece un contrapunto luminoso: la amistad como fuerza de resistencia. El “Club de los Perdedores” en It o el grupo de amigos de Cuenta conmigo muestran cómo los lazos entre iguales se transforman en un escudo frente al abandono y la indiferencia de los adultos.
Estas amistades no son decorativas, sino pactos vitales que permiten a los personajes enfrentar el horror. King sugiere que, en un mundo donde las figuras de autoridad fallan, la unión entre amigos es la herramienta más poderosa para sobrevivir y preservar la esperanza.
EDT.MX/JC