Fotografía de Edward Weston
A 121 años de su nacimiento la fotógrafa Tina Modotti continua siendo una de los iconos de la cultura mexicana. Ilustro de manera extraordinaria la realidad de la clase trabajadora tras la revolución mexicana, motivo por el que hoy día es tan apreciada en este país que adopto como el suyo.
Nacida el 17 de agosto de 1896 en Udine, Italia, Assunta Adelaide Luigia Modotti Mondini, es decir Tina Modotti, abandona la escuela a los 12 años para trabajar en una fábrica textil y así ayudar a sus padres con la manutención de su familia.
Con apenas 17 años emigró hacia San Francisco, Estados Unidos, donde conocería a Roubaix de L’Abrie Richey con quién contrajo matrimonio y revelaría para Tina el país que le habría de deslumbrarla más tarde: México. Mismo que más adelante le arrebataría a su primer marido en 1922.
En Estados Unidos la belleza de Modotti no pasó desapercibida, incursionó en el cine brevemente, estableciendo su primer contacto con las cámaras.
En 1977 conoció al fotógrafo Edward Weston de quien primero sería su modelo, para posteriormente convertirse en su discípula y pareja. Fue con él con quién viajo por primera vez a México, sitio en el que deslumbraría su belleza, así como su forma de hablar y de caminar.
En México encuentra encuentra inspiración en la gente, las cosas, la naturaleza, la injusticia social, la pobreza, las mujeres, etc; es aquí donde la artista encuentra su propia dirección y evoluciona influenciada por su compromiso social y político.
En siete años, Tina Modotti se transforma en México enunciándose activista revolucionaria, se afilia al Partido Comunista donde conocerá a personajes como Diego Rivera y Frida Kahlo.
Se involucra con otros personajes relevantes del momento como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Blanca Luz Brum, Nahui Ollin y Antonieta Rivas Mercado, quién era mecenas de del arte de la época, se convierte en fundamental porque es ella quien retrata todo el proceso de sus murales.
En 1929 mientras caminaba por la capital mexicana es asesinado su compañero Julio Antonio Mella y se le acusa de ser cómplice del asesinato. Ante la falta de pruebas es liberada, sin embargo, en aquellos días se le estigmatizo y castigó en la prensa con relatos inventados sobre su realidad.
En ese mismo año realiza su primera exposición individual en la Biblioteca de la Universidad Nacional, denominada por Siqueiros y Baltazar Dromundo la Primera Exposición de Fotografía Revolucionaria.
En 1930 es acusada haber tomado parte en el intento de asesinato de Pascual Ortiz Rubio, tras una semana de encierro y una huelga de hambre es expulsada del país. Retorna a Europa y se convierte en miembro de la Unión de fotógrafos de prensa.
Entre 1931 y 1943 mientras se encuentra en Moscú abandona la fotografía para trabajar en la Cruz Roja Internacional de la URSS. En España, fue asistente del Quinto Regimiento durante la Guerra Civil Española, bajo el seudónimo de María, Carmen Ruiz o Vera Martini. Sobre los hechos no hizo ninguna fotografía porque consideraba que el arte y la violencia no eran compatibles.
Finalmente en 1939 vuelve a México con una identidad falsa, tras el ofrecimiento del presidente Cárdenas de asilo político; para no ser identificada en el país, pasa meses sin tomar la cámara.
El 11 de enero de 1942 mientras se dirigía a una reunión en casa del arquitecto Hannes Meyer falleció a bordo de un taxi, tenía apenas 46 años de edad.
El periódico Excélsior público una nota para anunciar su fallecimiento, mientras que algunos de sus amigos hicieron una colecta para enterrarla en el Panteón Civil de Dolores, sobre su lápida se colocaron unos versos dedicados por Pablo Neruda.
EDT/kcc