CIUDAD DE MÉXICO.- Toyota no cree en los autos eléctricos como la solución a la contaminación ambiental y ha decidido seguir forjando un futuro híbrido.
La industria del automóvil está viviendo unos tiempos convulsos. A los problemas de abastecimiento de materias primas y componentes, se une la prohibición de vender coches con motor de combustión interna a partir de 2035 (en algunas regiones del mundo, a partir de 2030).
Sin embargo, algunos fabricantes todavía no creen en un futuro 100% eléctrico de batería. Entre esos fabricantes se encuentra Toyota. Para el gigante japonés, apostarlo todo al coche eléctrico de batería es un error.
Hace poco Akio Toyoda, CEO de Toyota, dijo que se encuentra entre la “mayoría silenciosa” de la industria automotriz que cuestiona “la búsqueda exclusiva de vehículos eléctricos”. La compañía, en cambio, cree firmemente que la tecnología híbrida es pieza clave para la transición a los eléctricos, pero también para un futuro a largo plazo.
“El tiempo está de nuestro lado. Esta escasez, no sólo de materiales para baterías, sino también de infraestructura de recarga, dejará muy claro que no hay una solución única para todos, y que la mejor respuesta es, en realidad, una mezcla de distintos tipos de vehículos”, asegura Gill Pratt, jefe científico de Toyota a Automotive News.
Toyota no es ajeno a esta corriente de autos eléctricos, pero los resultados no han sido los esperados. El inicio de sus primeros autos eléctricos ha sido un poco complicado. Por ejemplo, el Toyota bZ4x, desde su anuncio oficial a finales de 2021 y a partir de que comenzaron las entregas, se convirtió en un dolor de cabeza continuo para la automotriz.
De hecho, el primer eléctrico de la automotriz tuvo un llamado masivo a revisión por fallas en los neumáticos pues podían llegar a desprenderse en frenados de emergencia. Además, estudios apuntan a una autonomía muy lejana a la esperada en condiciones reales de conducción.
Tan solo en Estados Unidos se tiene un límite: sólo se entregarán 10,000 unidades del bZ4X este año, lo que significa que podría ser muy raro ver uno de estos eléctricos por las calles.
Para justificar esta decisión, el fabricante puso un ejemplo muy visual: con cada batería de 100 kWh de capacidad, ellos pueden producir 90 Prius híbridos eléctricos y seis Toyota RAV4 híbridos enchufables. Es decir, Toyota prefiere vender volumen en lugar de menos unidades a un precio mayor.
Toyota no es la única en esta tendencia. BMW, a diferencia de sus dos grandes rivales premium alemanes, no se cierra a ninguna tecnología. El propio CEO de BMW explicaba que si bien la marca multiplicaría su oferta de coches eléctricos, consideraba que limitar el mercado a una sola tecnología no es una buena idea.
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EDT/kmj