CDMX.- A manera de bienvenida al nuevo ciclo escolar para evocar la tradición musical de Ciudad Universitaria, la nueva edición de Trasfrontera CU reunió a público de todas las edades en Las Islas, a través de la jornada musical que este sábado 10 de septiembre donde conmemoró también los 70 años del inicio de la construcción de esta casa de estudios y el 15 aniversario de su designación como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco.
Ante un aforo de 6 mil personas, Carina López, Jair Alcalá, Celso Duarte, la banda Klezmerson, Leika Mochán con Gustavo Nandayapa, y Gabriel “Queso” Bronfman protagonizaron el cartel con sus propuestas que fluyen libremente entre el jazz, el rock, el balkan, la música tradicional y la improvisación, a quienes se sumaron de manera intercalada talentosos representantes del beatbox, freestyle y breakdance como Yoiker, actual campeón de la Red Bull Batalla México 2022.
Entre los actos principales, una selección artística curada por Danger AK y Ximbo, logró conectar con los miles de universitarios que se congregaron. Los beatboxers Station Beats pusieron las bases rítmicas con el virtuosismo de su garganta para imitar sonidos percusivos y de la tradición rapera; por su parte, Yoiker y Potencia mostraron la batalla de freestyle más destacada de la tarde, al improvisar versos con una palabra que les compartieron segundos antes.
Asimismo, la banda Klezmerson dio muestra de su poder en la fusión de estilos, que pasaron del klezmer a la música popular mexicana, todo por el filtro de la improvisación. Comandada por el violinista y tecladista Benjamín Schwartz, la agrupación contó con la participación del guitarrista estadounidense Todd Clouser.
Tras la despedida de los masivos en Ciudad Universitaria con el último concierto de uno de los grandes favoritos de la comunidad universitaria, Óscar Chávez —quien compartió escenario en 2019 en la explanada de Rectoría junto a Caetano Veloso, Inti Illimani, Fernando Delgadillo e Isabel y Tita Parra, como parte del Festival Cantares: Fiesta de la Trova y Canción Urbana, que organizó la Secretaría de Cultura capitalina–, la comunidad volvió a dar cabida de nuevo a la música como fuente de comunión.
La reactivación musical, que contó con batallas de freestyle y breakdance, retomó el espíritu estudiantil que dio origen a estas manifestaciones surgidas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de 1986 y 1987, período en el que los conciertos fueron prohibidos por Luis Echeverria desde 1973.
En compañía de amigos, compañeros, pareja y familia, público de todas las edades se reunió a lo largo del jardín universitario para disfrutar de este proyecto artístico organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Dirección General de Música de esta casa de estudios.
Trasfrontera CU, ahora en su primera edición presencial, esfuerzo pensado por Claudia Curiel de Icaza en su paso por la Dirección General de Música y actual titular de la Secretaría de Cultura capitalina, fue pensado para crear un archivo que pudiera dar fe del quehacer musical durante el confinamiento, ya que por medidas sanitarias muchos de los artistas tuvieron que acoplarse reduciendo el número de instrumentos y acompañamientos para las transmisiones.
Lo que inició como un proyecto internacional, que desde su primera edición contó con talento mexicano en el célebre estudio Abbey Road, en Londres, se aterrizó después a un contexto latinoamericano “para enseñar que los artistas mexicanos tienen el nivel de Marc Ribot y de John Medeski; todos nuestros artistas mexicanos tienen un altísimo perfil”, dijo la secretaria de Cultura de la Ciudad de México.
Las primeras ediciones de Trasfrontera CU contaron con sedes como Nueva York y Londres, en donde participaron talentos como el guitarrista Marc Ribot, la cantante y multiinstrumentista Jen Shyu, la compositora y productora Yuka Honda (Cibo Matto), el ensamble Snowtet, el productor e ingeniero de sonido Marc Urselli, entre otros.
El concierto contó con el apoyo del Comité de Análisis para las Intervenciones Urbanas, Arquitectónicas y de las Ingenierías en el campus Ciudad Universitaria, así como de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
EDT.MX/CV