Francisco Medina
CIUDAD DE MÉXICO.- Dice una popular canción “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” y esa fue una de las que me lleve un día cuando en el restaurante El Triunfo (que se encuentra en la colonia San Rafael, precisamente en la calle de Sullivan, a espaldas de la ANDA), tuve la oportunidad de conocer al último de Los Caifanes, “El Azteca”, Don Ernesto Gómez Cruz. Uno los protagonistas de una de las películas que ha marcado mi vida.
Tras varios encuentros, este pasado sábado compartimos la mesa y una humeante taza de café con una amena charla. Inevitablemente los años se le han venido encima, y con ellos, como me comentó, la memoria le falla y a veces se siente vacío. Pero nos compartió parte de su larga trayectoria en al arte de la actuación.
Don Ernesto Gómez Cruz, nació en el Puerto de Veracruz, el 7 de noviembre de 1933. En sus inicios, comenzó como fotógrafo en su natal Veracruz, las fotografías que sacaba en eventos sociales y religiosos los vendía a 5 pesos y en ocasiones se trasladaba hasta las rancherías para poder venderlas. En esa época conoció a un amigo que lo invitó a estudiar arte dramático y montaron algunas obras experimentales en el puerto y en diferentes rancherías en donde la gente los recibía de muy buena manera y disfrutaban sus presentaciones.
Siendo muy joven se trasladó a la Ciudad de México, donde estudió becado en el Instituto Nacional de Bellas Artes y vivía en los dormitorios que estaban en la parte trasera del Auditorio Nacional.
Nos comentó que en esos días no tenían ingresos y cuando se instalaba la Feria del Hogar era contratado para atender algunos de los stands y recibía productos que allí se promocionaban y así poder sobrevivir.
Una de las anécdotas que no olvida es que uno de sus compañeros todas las mañanas sacaba su parrilla y empezaba a preparar café. “El aroma nos despertaba y salíamos todos. Nuestro compañero nos decía que fuéramos con nuestro jarrito para que nos compartiera de su café”:
También recuerda que él hizo gestiones con una empresa que se encontraba frente al auditorio, donde logró conseguir que les donaran algunos enseres y alimentos.
Durante su estancia en el Instituto Nacional de Bellas Artes conoció a Sergio Jiménez quien en 1966 lo invitó a participar en su primer película, Los Caifanes de Juan Ibáñez, donde actuó al lado de los entonces noveles actores Julissa, el también cantante Oscar Chávez, Eduardo López Rojas, Enrique Álvarez Félix y Sergio Jiménez, estos cuatro últimos ya desaparecidos; su interpretación fue premiada con una Diosa de Plata.
Don Ernesto Gómez Cruz cuenta en su haber con más de doscientas películas. Ha trabajado con grandes directores como Miguel Littin, Felipe Cazals, Arturo Ripstein y Luis Estrada; también ha laborado con actores de la talla de Damián Alcázar, Ignacio López Tarso y Pedro Armendáriz Jr., entre otros.
En su carrera en cine, destacan películas como Maten al león (1977), Cadena perpetua (1979), Retrato de una mujer casada (1982), Eréndira (1983), Crónica de una familia (1986), El imperio de la fortuna (1986), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), El crimen del padre Amaro (2002), Un mundo maravilloso (2006), El infierno (2010), La prima (2018), entre varias más.
Su larga carrera artística le ha permitido ser merecedor y galardonado con distintos reconocimientos; uno de los más recientes fue en 2014, en la entrega 56° del Ariel, donde le fue entregado el Ariel de Oro. Es el segundo actor mexicano con más premios y nominaciones a los Arieles, después de Damián Alcázar, que ocupa el primer lugar.
Entre sus participaciones en televisión, se incluyen novelas como La llama de tu amor (1979), El padre Gallo (1986), La fuerza del amor (1990), El vuelo del águila (1994), María José (1995), El amor de mi vida (1998), Hasta que te conocí (2016) y Mi adorable maldición (2017).
“Yo no vivo del pasado”
Una de las películas que lo encumbró en la cinematografía nacional es Los Caifanes (1966): “Recuerdo a Juan Ibáñez, Enrique Álvarez Félix, Óscar Chávez, Sergio Jiménez, Eduardo López Rojas y Carlos Monsiváis, de vez en cuando la veo, aunque ya no me satisface estar recordando lo que fue”.
Dijo que intenta mantenerse en la realidad por muy cruel que esta sea. “No me place traer recuerdos al presente, aunque en las noches vienen a mi mente algunas actuaciones que hice, también tengo recuerdos con Sergio Jiménez, quien me tendió la mano yo recién llegado de Veracruz”, afirmó.
De su larga trayectoria en el Séptimo Arte, parece sólo recordar el valor de Los Caifanes en su vida, en la que considera, fue más su personalidad la que lo llevó a ser parte de esa historia más que su talento como actor.
Entre otras películas que rodó, y que lo consagraron en la cinematografía nacional se encuentran Cadena perpetua, Aquellos años, El crimen de padre Amaro, El Norte, Canoa, Santos Peregrinos, La víspera, Tívoli y Mariana, Mariana.
Quiere sentirse activo
El primer actor ya había hablado de su necesidad de trabajar. “Quiero decirles a los productores que estoy vivo, todavía puedo trabajar, me gusta hacer televisión, cine, teatro y radio. Aún tengo mi voz, no me arrepiento de haber estudiado esta carrera, tengo todavía mis facultades para abordar los personajes que me encomienden, pero tal parece que ya no les interesa contratar a actores viejos”.
Afirmó que quiere sentirse activo y útil, por lo que ingresó como secretario de Jubilación de la Asociación Nacional de Actores (ANDA).
Quiero sentirme vivo y servir a mi sindicato, creo que mi presencia es fuerte colaborando en la cartera de la ANDA, aunque siento que no me toman en serio, pero algún día necesitarán del apoyo de alguien, como yo ahora lo estoy sintiendo”.
Su actual labor en la sede de los actores demanda 10 horas al día, pero en realidad solo cubre entre cinco y seis. “Me dedico a plasmar mi firma en documentos concernientes a la jubilación de cualquier compañero; me siento útil en ese aspecto, pese a que dé la impresión de que estoy estorbando”.
Consideró que estar en la ANDA es un refugio para sentirse útil, porque por el momento no tiene llamados ni propuestas de trabajo, “y como funcionario sindical por lo menos se me pasan las horas viendo pasar a la gente y prefiero estar así que en casa en soledad absoluta”.
Al preguntarle si en algún momento se dedico a dar clases de actuación, Don Ernesto comentó que hay poca gente interesada en hacerlo y que cuando lo intento de 30 alumnos que se inscribían en sus cursos, sólo 3 terminaban, por lo que mejor dejó de hacerlo.
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
· Ariel de Plata como Mejor Actor en 1987 por El imperio de la fortuna.
· Ariel de Plata como Mejor Actor en 1979 por La vispera.
· Ariel de Plata como Mejor Co-actuación Masculina en 1975 por Cadena Perpetua.
· Ariel de Plata como Mejor Co-actuación Masculina en 1977 por Maten al león.
· Ariel de Plata como Mejor Co-actuación Masculina en 1976 por Actas de Marusia.
· Ariel de Plata como Mejor Co-actuación Masculina en 1975 por La venida del rey Olmos.
· Premio del Festival de Cine de La Habana como Mejor Actor en 1986 por El imperio de la fortuna
· Concha de Plata como Mejor Actor en 1986 por El imperio de la fortuna.
· Ariel de Plata como Mejor Actor de Cuadro en 2003 por El crimen del padre Amaro.
· Premio TVyNovelas como Mejor primer actor en 1988 por Tal como somos.
· Ariel de Oro, homenaje y reconocimiento a su persona y trayectoria
· Revista Q Reconocimiento de la Revista Q Qué…México por trayectoria2
Nominaciones
· Ariel de Plata como Mejor actor en 1996 por El callejón de los milagros.
· Ariel de Plata como Mejor actor de cuadro en 1996 por Los vuelcos del corazón.
· Premio TVyNovelas como Mejor villano en 1991 por La fuerza del amor.
AM.MX/fm