Silvia utiliza su teléfono inteligente para “investigar” lo que le dejaron de tarea. Es estudiante de tercer grado de secundaria, y aunque su mochila luce llena, sus libros parecen nuevo. Pregunta cómo se suman los fracciones; tampoco sabe hacer la raíz cuadrada.
Cuando sólo tiene que transcribir “algo” en su cuaderno, consulta su celular; cuando es redactar con base en lo “buscado”, utiliza la computadora. Su tableta electrónica la descompuso, aunque solamente la ocupaba para tomarse fotografías y ver series.
Su primo, Sergio Antonio, un niño de cuarto grado de primaria, creció en la plenitud de la era tecnológica. Sabe cómo prender la computadora, usar tabletas electrónicas y smartphones. Mas no sabe multiplicar, su lectura es lenta y le falla la compresión.
Entonces, ¿qué utilidad se le dan a las nuevas tecnologías? ¿El uso de computadoras y tabletas sirven para reforzar o aplicar el conocimiento?
A decir de las doctoras Verónica García Martínez, Silvia Patricia Aquino Zúñiga y Nélida Áurea Ramírez, estas tecnologías sí impactan en el mejoramiento del desempeño escolar; pues son una motivación para asistir a clases, aumentan el trabajo colaborativo, estimulan la autonomía e independencia, entre otros aspectos.
Actualmente, el acceso a la tecnología ha ido creciendo, de tal modo que estamos frente a una generación de nativos digitales como son los niños de primaria. Pero eso no significa que la utilización de un dispositivo en la escuela marque una diferencia significativa entre estudiantes.
En México, el gobierno federal entrega lap tops y tabletas electrónicas para estudiantes de quinto y sexto de primaria con el objetivo de apoyar en su educación, así como abatir la brecha de inequidad que representa el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.
Ahora, el reto no sólo implica la dotación de este tipo de dispositivos móviles a estudiantes y profesores, sino que involucra otras medidas como la formación y certificación de los docentes, el equipamiento tecnológico y la conectividad (de nada sirve tener pizarrones digitales si no se cuenta conexión a Internet), la generación de materiales educativos y el desarrollo de sistemas de información que permitan la gestión escolar y el uso de contenidos íntimamente relacionados con los planes y programas de estudio.
A decir de García Martínez, esta política contribuirá a desarrollar habilidades digitales con el uso de dispositivos móviles; pues se espera que los estudiantes aprendan a convivir, accedan al acervo digital e informático de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y otras instituciones públicas. Así como ampliar su visión del mundo, fortalezcan su cultura, se estrechen lazos comunitarios y se integren a los beneficios de una ciudadanía digital.
Además, estos recursos tecnológicos no reemplazarán a los libros de texto, las bibliotecas o, incluso, a los profesores; mas bien, son herramientas que amplíen el tiempo dedicado a los estudios, realizan nuevas investigaciones, trabajo de campo, diálogo entre los compañeros, ejercicios interactivos o producciones hechas en casa. Aprendan a utilizar la tecnología a su favor.
Ante esta campaña de alfabetización digital surgían algunas dudas, por ejemplo: los niños, ¿qué tanto podrían hacer con sus lap tops y tabletas federales? Estos equipos cuentan con una selección de contenidos educativos y programas informáticos que el docente puede utilizar en el aula, así como actividades a realizar en casa. Además, incluyen textos, audios, videos, animaciones e interactivos que buscan la comprensión y aplicación de conocimientos, entre otros.
Los recursos que se tienen en las computadoras portátiles entregadas corresponden a las asignaturas básicas (Español, Matemáticas, Ciencias Naturales, Geografía, Historia, Formación Cívica y Ética) y otros de apoyo familiar. Con ello, los niños deberían alcanzar estándares de habilidades digitales que contribuyan al desarrollo de competencias para la vida.
De acuerdo con la SEP, con estas herramientas, los estudiantes deben desarrollar creatividad e innovación, comunicación y colaboración, investigación y manejo de información, pensamiento crítico, solución de problemas y toma de decisiones.
Entonces, ¿Silvia y Sergio están contribuyendo a la alfabetización digital? Desde los objetivos de la SEP, no; porque ni están desarrollando conocimiento ni las habilidades necesarias en el manejo de las tecnologías.
La Secretaría de Educación Pública también establece que las nuevas tecnologías no sólo implica a los estudiante; también los profesores, pues a ellos les corresponde dar un sentido pedagógico a las herramientas digitales, con el trabajo reflexivo y colaborativo. Mientras que a los padres de familia les corresponde supervisar en casa la navegación segura, el tipo de contactos que los niños establecen vía internet, la exposición a contenidos inapropiados, el ciberbullying y la protección de datos personales.
La falta de preparación de los profesores, así como la indiferencia de los padres (en ambos casos porque están trabajando), hace que Silvia y Sergio naveguen en internet sin las medidas necesarias.
Esos son dos ejemplos en educación básica, pero así hay infinidad. Además, aún falta el nivel media superior y superior, en donde el uso de computadoras y dispositivos móviles es más recurrente en los salones, no sólo por alumnos sino también por profesores. Incluso, llegan a usurpar el lugar de los docentes.