Una denominación de origen es un signo distintivo, constituido por el nombre geográfico de un país, región o localidad y que se ha convertido en un producto originario de dicha región. Sus características y cualidades se deben exclusiva y esencialmente a factores climáticos, geográficos y propios de quien los produzca. Es decir, el ser humano.
Las indicaciones geográficas se otorgan debido las cualidades del medio geográfico. Identificadas como originarias de la zona, con determinada calidad, reputación o alguna otra característica.
Tanto las D.O. como las Indicaciones Geográficas, dan al producto un valor agregado. Cuentan con reglamentos que permiten haya trazabilidad, impiden falsificación y otorgan confianza y mayor calidad al producto.
Son parte importante de la identidad y tradición cultural, al generar cohesión social de los grupos encargados de su producción y comercialización.
Cabe destacar que México reconoce 925 D.O. y 386 Indicaciones Geográficas en el mundo. De las cuales, nuestro país posee 18, hasta el año pasado:
- Tequila.
- Mezcal.
- Artesanías de madera producidas en Olinalá, Guerrero.
- Talavera.
- Bacanora.
- Ámbar de Chiapas.
- Café Veracruz.
- Sotol.
- Café Chiapas.
- Mango Ataulfo del Soconusco, Chiapas.
- Vainilla de Papantla.
- Chile habanero de la Península de Yucatán.
- Cacao Grijalva.
- Arroz del Estado Morelos.
- Yahualica (fruto de chile de árbol).
- Raicilla.
- Pluma (café).
El Instituto de Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), es un organismo descentralizado con personalidad jurídica y autoridad legal, para proteger y administrar la Propiedad Industrial en México.
Por lo anterior, en el IMPI protege la elaboración de productos realizados tradicionalmente, vinculados a zonas geográficas que se caracterizan por tener una fuerte carga histórica y cultural.