Lucila Beltrán, mejor conocida como Lola Beltrán fue cantante y una de los principales exponentes de la música vernácula. Nació en Rosario, Sinaloa en 1932. Estudió comercio y llegó a trabajar a la capital del país como secretaria de un director artístico de la XEW.
Posteriormente fue recomendada para participar en un programa del que nació su éxito como cantante. Lola Beltrán –ese era su nombre artístico– fue una de las cantantes de música popular más reconocidas de su época; dejó un legado musical que hoy en día sigue sonando en todos aquellos que la han escuchado.
Carlos Fuentes escribió sobre ella en enero de 1984:
<<Los antiguos mexicanos daban a su emperador el título de Tlatoani: el señor de la gran voz. Lola Beltrán en el México moderno es la Señora de la Gran Voz, la emperatriz de una palabra que nuestras mujeres han conquistado poco a poco. A su amante doña Marina, el conquistador Hernán Cortes la llama «mi voz» y el mestizaje adquiere la palabra; sor Juana Inés de la Cruz llena con su voz el silencio de la colonia española; la cantante ranchera da voz al México independiente; ella nos ha dicho siempre las otras palabras, las que no se escuchan en el mundo del machismo cruel o solemne. La voz del machismo no es una voz erótica: solo puede ser violentamente sexual. La de la mujer sí, si el erotismo como dice Georges Bataille, es la aprobación de la vida hasta la muerte. Esta es la voz de Lola Beltrán.>>
La voz popular que resonó por primera ocasión en el Palacio de Bellas Artes, también fue escuchada por reyes y reinas como Isable II, emperadores y presidentes; hasta salas de concierto de música culta o en casa de Anthony Quinn. Fue elogiada por Octavio Paz y Gabriel García Márquez. Salvador Novo le dio uno de sus poemas para interpretar; incluso Rufino Tamayo le da un tema –La Florecita del Ejote– y Monsiváis, aunque sarcásticamente, dijo:
<<A Lola Beltrán le toca el reconocimiento cultural a géneros antes menospreciados. Ya le corresponde acompañar a los presidentes de México>>
A 25 años de su muerte, el 24 de marzo de 1996, una de sus interpretaciones más famosas y aclamadas sigue siendo “Échame a mí la culpa” con Libertad Lamarque: http://https://www.youtube.com/watch?v=QeW8ZHbgDVM
De igual forma, Lola Beltrán cuenta con un museo en su natal Rosario y algunas esculturas que hacen honor a la figura de la aclamada cantante; una en Garibaldi y otra en Sinaloa.