Es sabido que este es un día dedicado a los trabajadores de la construcción. Celebración centenaria y muy arraigada entre algunos mexicanos. En ella conviven y comparten alimentos y bebidas, todos los que trabajan en una obra en construcción: desde el arquitecto más hasta el peón. Sin embargo, hay otra celebración que tiene origen en costumbres ancestrales: el ciclo agrícola del maíz el vínculo con lo divino.
Anteriormente, mucho antes de la llegada de los españoles a nuestro territorio; las culturas originarias ya celebraban por estas fechas una fiesta muy importante. Cabe recordar que la agricultura siempre estuvo ligada a su religión y es por ello que se hacían rituales, pues era el comienzo de las lluvias y se iniciaba con la siembra de nuestro grano más importante: el maíz.
La petición de lluvias en el pozo del cerro Ostotempa u Oztotempan, localizado en Mártir de Cuilapan, en Tixtla (Guerrero). Las ceremonias y ritos ocupan gran parte del tiempo de los pueblos agricultores constituyendo la parte medular del ciclo anual de ceremonias.
Se considera que Ostotempa, Guerrero es el centro del mundo, pues allí vive Dios guardando el agua y la riqueza. Los habitantes creen que en el fondo de Ostotempa existen cuatro cuevas donde se encuentran semillas y maíz de todos colores. Son resguardados por cuatro “gigantes” enmascarados como los “tlacololeros” que producen truenos con sus látigos. Cada gigante representa los cuatro vientos; siendo la función del que se encuentra al oriente, atraer las nubes para producir la lluvia buena.
También se piensa que en el fondo del pozo se encuentran los ídolos “momoxtles”. Los indígenas los arrojaron al interior para que los evangelizadores agustinos, que llegaron después de la conquista, no los destruyeran; así, cada año la gente acude a realizarles una ofrenda.
A pesar de que son varias las comunidades que asisten a Ostotempa, Atliaca (que significa “lugar del agua hedionda”); es el poblado que dirige y coordina las ceremonias y ritos a través de su organización de “huehueyotes” mayordomos, cantores y el “Tigre”.
El pozo se comienza a visitar desde el 15 de abril y las ceremonias más relevantes tienen lugar en los primeros días del mes de mayo. Sin embargo, la celebración comienza el el 24 de abril y entre éste y el 1 de mayo se lleva a cabo el “saludo”: que es a las 5 de la mañana. Y el “encuentro”: que es a las 6 de la tarde.
La ceremonia de petición de lluvia en Ostotempa se compone de una serie de ritos, entre los cuales destacan el paseo de la cruz, la quema de cohetes y toritos, el rezo de los rosarios, etc.
Los meses de peregrinación (abril, mayo y octubre), pueden conectarse con los meses prehispánicos de Toxcatl (para pedir agua), Etzalcualiztli (para venerar a Tlaloc) y Tepeilhuitl (para honrar a los montes donde se forman las nubes).
En términos generales se trata de una gran peregrinación en la que llegan a reunirse alrededor de dos mil personas. Mismas que proceden de decenas de comunidades.
Es importante ser respetuosos de las costumbres y creencias de las demás personas. Principalmente cuando se trata de tradiciones y fiestas culturales y religiosas. Estas dan identidad a los pobladores de cada lugar: las respetan, protegen y conservan. Son parte de ellos.