En los últimos años la publicidad se ha tenido que adaptar a la llegada de nuevos medios como streaming, redes sociales y todo tipo de medios digitales. Pero la tele ha tenido una fuerte batalla buscando no quedar atrás. El punto es que las cada vez voltean menos hacia la TV, ya que los servicios de streaming le ofrecen al consumidor horas de contenido sin tener que ver comerciales.
Ahí es donde aparece el Product Placement, llega de una forma sutil, orgánica y hasta aspiracional, a la puerta de tu casa y sin que te des cuenta.
Para empezar, ¿Qué es el product placement?
Estoy seguro que te ha pasado; estás viendo una serie o película y de repente ves alguna de tus marcas favoritas dentro de la serie o película. Es más, si tienes oportunidad le pones pausa para confirmar que ahí está la marca. Bueno, en pocas palabras ese es el product placement.
De forma técnica, podríamos decir que consiste en colocar tu marca dentro de una serie de TV o película de forma orgánica.
Todo esto empezó en los años 30, en Estados Unidos y era principalmente usado dentro del cine, pero llegó la segunda guerra mundial e hizo que mucho público dejara de confiar en la publicidad. No fue hasta los años 70 que renace el product placement con la llegad y el auge de las agencias de publicidad especializadas.
En los últimos años ha dejado de sentirse como algo exclusivo del cine. Con la llegada del streaming y el éxito de las series de Tv ahora es muy común verlo en distintas series y hasta telenovelas.
¿Qué tipo de Product Placement existen?
Hay dos principales categorías dentro del PP; el pasivo y el activo.
El pasivo consiste en que la marca esté presente en la escena, pero jamás se interactúa con ella. Podría ser un cartel o el producto dentro de la escena. Podría ser una escena en la cocina y podemos ver la caja de algún cereal en una alacena.
Mientras que el activo tiene dos tipos; activo por acción y activo por mención.
Por acción
Consiste en que el personaje interactúe con el producto, ya sea usándolo o solo moviéndolo. Un muy claro ejemplo, y que fue noticia en su momento por lo poco orgánico que se vio, fue el momento en Guerra mundial Z, cuando Brad Pitt toma una Pepsi de una máquina de refrescos.
Por mención
Aquí el personaje no interactúa con el producto, pero si hace mención de el. El más claro ejemplo es Wilson, de la película de El naufrago, cuando se le da una personificación, entonces deja de ser un producto y se vuelve un personaje, pero todo el tiempo te están mencionando la marca.
Aquí te dejamos algunos ejemplos.