Pambazos, la comida callejera que se puede encontrar en todo el Valle de México, tiene su origen en la Nueva España con la llegada del mestizaje culinario.
En la actualidad se encuentra en cada rincón de la Ciudad de México, pero no fue callejero, sino hasta mediados del siglo XX, pues hasta muchos después de la Revolución Mexicana, era casi inexistente dicho concepto de comida.
En “Historia Gastronómica de la Ciudad de México”, Salvador Novo habla sobre un un “pan bajo”, llenador, barato y que era consumido por los pobres. Dicho pan es el ancestro de lo que hoy conocemos como pambazo.
Algunas versiones aseguran que fue creado para la emperatriz Carlota, sin embargo, hay registros de este pan siglos antes de que ella pisara nuestro territorio.
Este antojito, sancochado en adobo y manteca, relleno de mole o papas (como hoy lo conocemos), ha cambiado a lo largo de los años, de acuerdo a los ingredientes, disponibilidad y preferencias de quien lo consuma.