Un pulpo en México se captura por medio de un método llamado “garateo” y es empleado por pescadores de pulpo rojo o pulpo patudo en el Golfo de México y también en el Mar Caribe.
Esta técnica consiste en colocar en la proa y la popa de la embarcación, una vara de bambú (le llaman jimba) y mide entre 4 y 5 metros. A esta se le amarran 16 cordeles donde se coloca la carnada; que puede ser jaiba o cangrejo araña.
Esta forma de pesca es sustentable porque no hay una pesca incidental y mediante esta técnica no se capturan hembras que se encuentren en etapa reproductiva porque cuando están criando a sus huevos, no caen en el arte de pesca.
A pesar de eso, se siguen utilizando carnadas que generan un impacto negativo al medio ambiente y por ello el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca), a través del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP) en Lerma. En conjunto con la FAO por medio del proyecto REBYC: Gestión sostenible de la captura incidental en la pesca de arrastre de América Latina y el Caribe, del CETMAR 02 y ECOSUR Campeche: colaboran para desarrollar una fórmula eficiente que pueda ser utilizada como cebo en la captura de pulpo mediante gareteo.
Este nuevo cebo es inocuo y se elaboraría a partir de las especies que normalmente forman parte del descarte en la pesca de altura. Por lo tanto, tendría un impacto positivo porque se va reducir el desperdicio de la actividad pesquera y al mismo tiempo van garantizar la calidad sanitaria del pulpo. Lo cual se verá reflejado en la reducción de costos para la adquisición de la carnada para gareteo que realiza la flota ribereña.
Es importante mencionar que el pulpo tiene el décimo lugar de toda la pesca a nivel nacional. En el Golfo de México y el Mar Caribe, es la segunda especie más importante en la pesquería; después del camarón.
Si se logra que este tipo de carnada sea avalado, representará un importante medio de desarrollo económico y social para los habitantes de la región y para el medio ambiente y la seguridad alimentaria del país.