El primer lunes de noviembre de cada año se celebra en Taxco de Alarcón, Guerrero el Día del Jumil. Este es celebrado por todos los taxqueños y tiene lugar en el cerro del Huixteco.
Este Pueblo Mágico alberga durante cierta temporada a unas chinches fitófagas -que ayudan a la disminución de bocio en los taxqueños- mejor conocidas como jumiles. Cuyo nombre en náhuatl es xomitl y quiere decir “al pie de la sementera”.
Los jumiles han estado presentes en la vida de los mexicanos desde Mesoamérica e incluso algunas de estas chinches llegaron a ser consideradas sagradas.
Creían que eran las almas de los difuntos que habían partido, pero regresaban materializados en estos pequeños animalillos. ¡Qué interesante resulta entonces la entomofagia!
Los jumiles suelen comerse acompañados de diversos guisos como las salsas de tomate o jitomate crudo en un tamal de elote con crema y queso criollo en “polvo”. Pueden ir en la salsa de una deliciosa y pecaminosa gordita de requesón (de Buenavista de Cuéllar), acompañada de semillitas tostadas.
Otro tradicional guiso con jumiles es el cerdo en salsa, desde luego, con frijoles de la olla y acompañados por una yoli de vidrio bien fría. Quizá, para los valientes, un taco de chicharrón con los jumiles enteros, crudos y casi volando. Hay que recordar que <<todo lo que corre y vuela, va a la cazuela>>.
Hablemos más del jumil y la gastronomía taxqueña, de la entomofagia (el acto de comer insectos, arácnidos y artrópodos): Taxco es un pueblo que ha comido jumiles desde hace cientos de años; pero no todo es miel sobre hojuelas, pues debido a muchos factores, la reproducción y recolección de los mismos ha mermado. Esto, a pesar de ser un alimento que funge como recurso medicinal y económico con un fuerte arraigo cultural para el taxqueño.
El biólogo Gabriel Juárez Castro, junto a la especialista en medicina del trabajo, Lara Gabriela Franco Juárez; nos hablan de la importancia que tienen estas chinches, más allá del valor cultural.
A pesar de que ambos especialistas -y taxqueños- no han asistido al Huixteco en mucho tiempo, continúan con las tradiciones heredadas de generación en generación. Gabriel comenta que en casa preparan cecina de res y la acompañan con frijoles, queso fresco, crema, tortillas hechas a mano (con maíz criollo) y por supuesto, una buena salsa de jumil.
🐛 ¿Sabías que en #Taxco se cree que los jumiles son familiares difuntos que vienen de visita? Conoceremos más de ellos en "Bichos en la sopa".
👉 ⏰ Hoy a las 17:20 horas. pic.twitter.com/FXcu20uNNG
— Canal Catorce (@canalcatorcemx) August 27, 2019
Por su parte Lara Franco reafirma que esta aromática chinche ha dado identidad al pueblo y asevera:
“Además de lo anterior, el alto aporte de yodo de estos insectos en la dieta de los taxqueños, ha sido la causa de las bajas cifras de bocio endémico en el área”.
Respecto a la descendiente población de los jumiles, el biólogo egresado de la UNAM informó que hace siete años la población disminuyó de octubre a enero (y desde luego, el consumo también).
“Resulta que su compra y venta desmedida son una combinación letal para el ciclo de vida del jumil y considero que debería regularse y sancionarse la venta fuera de temporada y permitir que la población de insectos realice su reproducción natural sin depredadores”; explica Juarez Castro.
Respecto a la violencia e inseguridad que atraviesa el estado, ambos especialistas dieron su punto de vista:
Gabriel dice que la fiesta no terminará por la inseguridad, pues es algo que ha estado presente por décadas.
“Lo que espero es que la gente no suba para depredar y comercializar”; sostiene.
No obstante, Lara comenta que sí hay cambios en el comportamiento de algunas familias, pues prefieren abstenerse de salir a celebrar por si llegasen a presentarse conflictos armados.
Ambos especialistas comentan que sus platos preferidos con este riquísimo y nutritivo insecto es cuando va en una salsa. Para Gabriel, dice que no se puede elegir un solo plato y llama a los jumiles “condimento”. Habría que discutirse entre expertos “foodies”, cocineras tradicionales y por qué no; también entre lingüistas la diferencia de condimento e ingrediente.
Sea cual sea el nombre dado al animalillo en cuestión, el científico asevera que entre sus platillos preferidos se encuentra clemole (o mole de olla, como se conoce en otras regiones); el cerdo en salsa verde (esta sí va cocida) de jumil; huevo en salsa roja de jumil; moronga con salsa verde y hasta una imperdible salsa molcajeteada con chicharrón.
Finalmente, Lara Franco nos contó que para ella la cecina asada con crema, queso criollo, frijoles negros con epazote y una salsa verde de jumil con tomate crudo está entre sus platos favoritos.
Entre las pláticas y anéctodas que cada taxqueño puede contarnos, encontramos a esta minúscula criatura: el jumil, chinche con un pequeño corazón entre sus “alitas”. Es de sabor tenue que acentúa de maravilla los platos, algunos dirían que se asemeja a la canela y sí; solo que en este caso es más ligero y quizá un tanto “picante”. Además, hasta tiene un aroma similar al shiso, una plantita o “especia” de Japón. Definitivamente, la entomofagia y los jumiles tienen mucho por contar y ofrecer tanto a los lugareños del plateado Pueblo Mágico lleno de cantera; como a los turistas que lo visiten.
Y para desayunar, salsa de "jumiles" con tamal "nejo" y pepitas 😋 pic.twitter.com/00G8vnikOl
— Rasta Ranchero… (@agroecologo) January 19, 2019