La palabra pascua proviene del latín vulgar, que a la vez, viene del latín pasha; que viene del griego: πάσχα páscha y este, proviene del hebreo pesah. Quiere decir “lugar de pastos” y hace alusión al fin del ayuno.
Para el pueblo judío, la Pascua (Pésaj), recuerda su paso por el Mar Rojo, en el cual Moisés los guio para poder ser liberados de la esclavitud egipcia. Sin embargo, para el cristianismo, en esta fiesta se conmemora la resurrección de Jesucristo —por eso se le llama domingo de resurrección—, que fue al tercer día de su muerte.
La Pascua tiene sus raíces en el año 1513 a.C., cuando el pueblo judío emprendió su éxodo desde Egipto hacia la Tierra Prometida. La conmemoración de este hecho, celebrado cada año, como recordatorio de la liberación del pueblo hebreo de su esclavitud en Egipto, recibía y recibe aún hoy en el judaísmo el nombre de Pésaj o Pascua.
En la víspera del primer día, se comían hierbas amargas mojadas en vinagre —para recordar la tristeza de la servidumbre— y se narraban cánticos cadenciosamente; que aludían a las diez plagas de Egipto. También se comía un cordero de Pascua, que era escogido por cada familia. El animal debía ser macho, cordero o cabrito, sano y de un año de edad. Se inmolaba al finalizar el día y por la noche lo comían con verduras amargas. No estaba permitido romper sus huesos, ni dejar restos de carne. Por esta razón, si la familia no era suficientemente grande para comer un animal, se reunían en grupos, para cumplir el orden sagrado. En los siete días posteriores, el pueblo hebreo sólo comía pan sin levadura (no fermentado), al que llamaban <<ázimo>>(sin fermento o <<pan de aflicción>>.
A pesar de lo anterior, el huevo de pascua no aparece en la tradición judía; salvo algunos países donde se coloca en un plato y tiene diversos significados —como el endurecimiento del corazón del faraón Ramsés II al no querer dejar libre al pueblo judío—; pero para el cristianismo sí existe el uso de los huevos de pascua, pues al estar relacionados con la fertilidad y el inicio de la primavera (que es una época fértil), se comenzó el intercambio de huevos.
Es importante recordar que, durante la cuaresma no se puede comer carne y antiguamente así eran considerados; por lo que terminaron por cocerlos y pintarlos. No se tiene certeza de esto último, pero hay registros que muestran la antigua tradición de intercambio en Edad Media.
Referente al conejo de pascua no se tiene certeza de cuándo empezó la tradición pero esto sucedió en Europa, principalmente en los países del norte. El conejo siempre ha sido considerado un elemento de fertilidad y abundancia, por lo que no es de extrañarse que sea relacionado al inicio de la primavera. Incluso en las primeras civilizaciones del mundo, tenían una diosa llamada Ishtar (diosa de la fertilidad) por los mesopotámicos y posteriormente los fenicios —que descienden de la antigua Mesopotamia—, llamaron a la misma diosa Astarté. Finalmente la palabra concluye en lo que actualmente se conoce en el idioma anglosajón: Easter.
No se sabe con exactitud sobre el origen de la leyenda del conejo de pascua. Este trae a a los niños huevos en la víspera de la pascua, como una especie de Santa Claus en primavera. La tradición comenzó, muy probablemente, en los países nórdicos. No obstante, los huevos fueron hechos con chocolate hasta muchos siglos después del comienzo de la misma.
Primero, los huevos sólo eran pintados con diferentes motivos y algunos sumamente elaborados; que eran una verdadera obra de arte. Posteriormente se comenzó la confección de huevos de azúcar y se calcula que en el siglo XIX fue cuando comenzó la producción de huevos de chocolate por todo el mundo para celebrar la tradición.
En México no es una tradición muy famosa, pero algunas familias sí la siguen. El sincretismo del mexicano impera en todo el país y se pueden encontrar huevitos de chocolate de venta en diversas chocolaterías o hasta de forma industrial con las famosas marcas chocolateras. Algunas familias mexicanas esconden huevos de chocolate para los niños y estos, se divierten buscándolos para finalmente comerlos.