Las torrejas son un platillo típico a comer durante la cuaresma. También son llamadas torrijas y hay variaciones -como en casi toda la comida- dependiendo del lugar donde las preparen.
En la versión mexicana, son un trozo de pan (generalmente bolillo viejo) que se rellena de queso, se capea y se fríe en aceite. Algo así como los chiles rellenos, pero con pan. El plato no termina ahí, pues después de su fritura, son sumergidas en un jarabe de piloncillo con canela.
Este platillo que, debido a sus ingredientes y preparación, lo podemos rastrear desde el virreinato, tiene orígenes incluso más antiguos que éste:
En el famoso libro “De re coquinaria”, que se le atribuye al excéntrico Marco Gavio Apicio (conocido por su despilfarradora vida y sus banquetes lujosos en la Antigua Roma); se hallan recetas de lo que resulta el ancestro de las torrijas.
En recetas no tan antiguas, ya se usa el huevo y azúcar. Ingredientes que fueron introducidos por los árabes.
Las torrejas tienen una gran historia por detrás, pero con el paso del tiempo han dejado de ser tan populares, al menos el país. En España siguen siendo muy consumidas y la preparación varía mucho de acuerdo a la región.