El amaranto es uno de los cultivos controversiales de Mesoamérica, también es uno de los más antiguos y fue ampliamente consumido por los pueblos y culturas prehispánicas; muchos siglos antes de la llegada de los españoles a América. Incluso han hallado muestras arqueológicas que se remontan al año 4,000 a.C. en Tehuacán, Puebla.
De acuerdo a la Revista Arqueología Mexicana, los mesoamericanos clasificaron a los amarantos en silvestres y domesticados, junto a otros quelites (como se conoce a diferentes géneros de plantas comestibles cuando aún son tiernas). De estos, sobresale el huauzontle (Chenopodium nuttalliae) y también la chía (Salvia hispánica, Hyptis suaveolens).
Por esta razón ha sido confundido por la similitud del nombre y forma física; además de estar emparentados. Por ejemplo, huauhtli y huauhzontli. La planta que hoy denominamos huauhzontle es además pariente muy cercano de la quinua (Chenopodium quinoa) de la zona andina; lo cual genera aún más confusión porque en Perú también existe el amaranto o kiwicha del Perú.
El amaranto o huautli era considerado por los mexicas como un alimento especial de tipo espiritual, y lo comían hecho pasta con miel. Al finalizar las fiestas se dividían figuras de este alimento y se les comía a manera de comunión, hecho que escandalizó a los frailes. pic.twitter.com/gQk20pH95R
— Porfirio Díaz Mori (@DonPorfirioDiaz) April 28, 2018
La realidad es que son plantas muy parecidas y todas tienen colores llamativos como el verde, rojo y violeta, con muchas semillas. Claro ejemplo de la fecundidad de las plantas y por ello, muy probablemente, fueron consideradas plantas sagradas; ampliamente utilizadas en los rituales religiosos de los antiguos pobladores de estas tierras.
IMPORTANCIA DEL AMARANTO
Este pseudo cereal fue tan importante como el maíz y el frijol para los pueblos precolombinos, incluso más importante que el consumo de estos. Lo consumían como cereal y también como alimento vegetal, pues es un tipo de quelite. En náhuatl, se le dice “huautli” pero también se le conoce como alegría y no se tiene certeza del porqué. Algunas historias apuntan que los españoles nombraron al amaranto de esta forma porque, cuando se coloca en los comales de barro; comienza a bailar -como lo hacían los antiguos pobladores de la Gran Tenochtitlán u otros pueblos, en los rituales dedicados a sus dioses; con cantos, comidas y fiestas- y esto es una señal de alegría.
El #amaranto es uno de los alimentos de mayor tradición nacional. Los #PueblosOriginarios domesticaron el #huautli o amaranto, se nutrieron de él y le dieron el más alto simbolismo espiritual. 🌿🌸#DíaNacionalDelAmaranto pic.twitter.com/3IHkwvgFG0
— SEMARNAT México (@SEMARNAT_mx) October 15, 2020
Cual sea la razón, la alegría, amaranto o huautli es un alimento que fue menospreciado y se le llamó bledo por su similitud a este cultivo europeo. También se dejó de cultivar y se creía que era una mala hierba en los sembradíos.
Contrario a lo que se cree y se dice en muchos textos, según Ana María L.Velasco Lozano, en Arqueología Mexicana, nos explica:
“Hasta ahora no se ha encontrado una disposición jurídica de la época colonial para reprobar su cultivo, aunque pudo haber alguna especie de censura por parte de los religiosos”.
La razón de lo anterior es que la semilla reventada del huautli se utilizaba para hacer el tzoalli, que es una masa que tiene amaranto mezclado con miel de maguey (que tiene un tono oscuro, casi negro). Con ella se formaban figurillas que aludían a las imágenes de los dioses indígenas.
Comían estas figurillas (tzoalli) en una especie de teofagia y para los evangelizadores esto resultó ser “obra del diablo”, pues lo compararon a la comunión cristiana.
En algunos textos se puede encontrar que también eran mezclados con sangre y que Hernán Cortés decretó que el cultivo de los amarantos fuera prohibido. Sin embargo, como se ha expresado: no existe algún documento probatorio de esta última sentencia. Probablemente ha sido algo que pasó de voz en voz, como gran parte de las historias y leyendas que tenemos hoy en día.
Lo cierto es que este alimento fue de gran ayuda para los antiguos pobladores de estas tierras, pues es un cultivo que resiste heladas y sequías. Mucho más fuerte que el maíz y probablemente por ello fue hasta más importante que este último. Checa este texto del Instituto Nacional de Antropología e Historia donde explican un poco más sobre la importancia del huautli para las culturas precolombinas: El huautli, alimento de toltecas.
Para saber más:
Los cuerpos Divinos. El amaranto: comida ritual y cotidiana.